viernes, 27 de junio de 2008

Cosas que pasan

Basta ya de hablar de curro, que va a parecer que es lo único que me preocupa en mi vida. Bueno… lo cierto es que es lo que más me preocupa, pero también tengo otras cosas, no os vayáis a creer. Oh sí, tengo unos largos y entretenidísimos problemas con los hombres. Para mí no son entretenidos, pero mis amigas dicen que se lo pasan pirata analizando, criticando y especulando sobre lo que hacen los hombres de mi alrededor.
Para ellas, el más entretenido de todos es Widget (hay que ver qué nombres más monos les pongo). Wid es el que últimamente da más guerra. Es amigo mío desde hace más o menos cuatro años, salimos mucho juntos y nos llevamos muy bien. El caso es que hará cosa de año y medio, justo cuando me dejó mi ex el Aterrizador (ya volveremos a él en otra entrada) y antes de que empezara con GI Joe, estuvo mandándome mensajes de esos muy raros a horas intempestivas de la madrugada los fines de semana, presumiblemente borracho. El caso es que a mí no me importaba mucho, básicamente porque no me gustaba y porque además suponía que era cosa de la borrachera. Suponía bien.
La cosa quedó ahí y nunca mencionó los mensajes. Supongo que eso sería porque le contestaba un poco bruscamente. Él me decía que estaba guapísima y que le encantaban mis zapatos rojos y yo le contestaba que cuando quisiera se los prestaba, que a él le quedarían genial con sus pantalones blancos. Cosas por el estilo. Pobrecito.
Pero un año después GI Joe salió de mi vida y comenzó de nuevo el acoso y derribo etílico.
He de puntualizar que Wid tiene novia desde hace algo así como tres años. Y su novia me adora. Le caigo genial, me llama, me escribe, se viene conmigo a mear cuando salimos de fiesta…
Así que desde que yo ya no estoy con GI Joe, que creo que hace… mmm… ¿tres meses?, él queda conmigo y se lo oculta a ella. Y yo le echo la bronca, porque a ver por qué se lo tiene que ocultar, no me parece bien. Pero él me dice que son cosas suyas y claro, yo no me meto en su relación. Pero resulta que hace pocas semanas, en una de nuestras interminables noches de farra en las que terminamos él y yo solos a las tantas jugando en los columpios y tirándonos por el tobogán porque ya están todos los bares cerrados, Wid me entró, evidentemente. Y yo, vete tú a saber por qué, no me aparté. Sólo fueron unos cuantos besos, que conste. Luego me pasé algo así como una hora gritándole y echándole la bronca. Que a ver si le parecía normal hacerle esto a su novia, que yo no pensaba participar, que a ver qué coño iba a hacer ahora, que no pensaría tener los santos cojones de seguirle mintiendo… Y resulta que sí: ha tenido los santos cojones de no decirle nada.
Y para rematar la faena, un par de fines de semana después quedamos para salir y pum, apareció su novia a mitad de la noche. Y me dio dos besos, y se vino conmigo a mear y no paró de preguntarme cosas… Y yo me sentía fatal.
Su novio le ha engañado conmigo, debería odiarme. Tiene que odiarme. Tiene que odiarme y buscarse a otro que la trate bien.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Vaya... otra caótica en la blogsfera! Bienvenida al maravilloso mundo del caos!

Efectivamente, cada cual es dueño de hacer lo que quiera en su relación, de mentir y engañar... no somos nadie para juzgarles. Pero otra cosa es que en la mentira y en el engaño, te obliguen a mentirle tu a una tia que te cae bien, que te adora y que va contigo a mear... joer, por que no se enrolla con una que su chica no conozca y deja de tocar los ovarios?

Anónimo dijo...

Aunque te pese, siiiiiiiiii, existen almas gemelas, yo soy una ,evidentemente no tuya.

Ángel Caído dijo...

Pues chica, no sé.... A veces damos mucha importancia a cosas puntuales, y no a otras presentes en el día a día...

Blackberry dijo...

Aaaaaah, jo, me he leido antes el otro post de Wid, y no sabía yo que había habido ya temita!

Ná, mucho follón me parece todo esto, y encimo por un tipo que ni siquiera te gusta (mucho).

(Por cierto, me parece muy tierna la última frase: "Tiene que odiarme y buscarse a otro que la trate bien.")