domingo, 28 de diciembre de 2014

VanHallen, Panpoxi y, pronto, BabyWacken!

En mayo VanHallen y yo decidimos empezar a intentar quedarnos embarazados. Yo llevaba once años (se dice pronto...) tomando anticonceptivos hormonales, así que pensamos que la cosa podía no funcionar demasiado bien, por lo menos al principio.
Yo, como todo lo que hago lo hago "a tope", me puse a leer de todo y a hacer de todo: empecé a tomar aceite de onagra que dicen que regula los ciclos, me compré un termómetro basal y me tomaba la temperatura todas las mañanas al despertarme y me compré un montón de test de ovulación. Los dos primeros meses no ovulé y, como es habitual en mí, me puse en lo peor: que no puedo, que ya verás como hay algo que no me funciona bien.
 Pero al tercer mes, coincidiendo con que estábamos en el Wacken (uno de los festivales de heavy metal más grandes), la temperatura subió, el test de ovulación dio positivo (no veas lo difícil que es hacerse un test de ovulación en un baño portátil de esos de festival) y nos pusimos manos a la obra entre concierto y concierto. He de decir que no eran las circunstancias ideales... qué calor del infierno pasamos...
 Después de unas semanas de intriga, de test de embarazo negativo y de pensar que no habíamos atinado, el segundo test dio ¿positivo? Qué dudas. No sabíamos si esa sombrita clariiita clariiiita era un positivo o eran imaginaciones. A los dos días de la sombrita, otro test: Eh, esta rallita sí que sí, ¿no?
¡¡Síiiiii!! ¡¡Tenemos una BabyWacken en camino!!