miércoles, 30 de diciembre de 2009

Todo lo demás no importa

Se acaba el año. Es habitual que, cuando acaba el año, todo el mundo se pone como loco a hacer balances de lo bueno y lo malo. Yo, algunos años, también lo he hecho. Te pones a pensar en cómo estabas la nochevieja pasada: con quién la pasaste, qué ánimo tenías por aquella época, si tenías trabajo, qué es lo que deseabas... Yo, además, soy de las de apuntar deseos en un papel y quemarlo después de las campanadas. Nunca me acuerdo de los deseos que pedí de un año a otro, así que no os sé decir si se han cumplido o no, pero lo que sí hice este año, fue una cápsula de los propósitos en una página de internet. Metí en la cápsula varias cosas que quería hacer durante este año y apunté los plazos en los que quería conseguirlas. Cuando ese plazo acababa, la página me mandaba un mail diciendome: Panpoxi, tu plazo para conseguir XXXX, se ha agotado. Esperamos que lo hayas logrado.

Pues bien: Todos los mails que me han llegado, eran de cosas que había conseguido. Me propuse lograr un nivel de euskera que ya alcancé, conseguir un trabajo de lo mío y... había más propósitos, pero no los recuerdo.

Todos los años deseamos que el año siguiente sea mejor, que todo sea bueno. Pero nos olvidamos de que todos los años traen cosas buenas y cosas malas, tenemos rachas mejores y rachas peores. Pero siempre seguimos adelante con la sonrisa puesta. Las cosas buenas de este año las pienso seguir disfrutando el año que viene y las cosas malas sé que me han hecho madurar.

Han cambiado muchas cosas. Supongo que, si todo va bien (y cuando digo 'si todo va bien' quiero decir 'si no me quedo en paro'), a lo largo de 2010 me independizaré. Me hace ilusión. Me da pena, por mi familia, pero estoy tan cerquita que estoy segura que pasaré más tiempo con ellos que sola.

He perdido gente. Pero eso pasa todos los años. Gente que te decepciona, gente que te das cuenta de que nunca han estado ahí. He ganado otra mucha. Sobretodo compañeros de trabajo que se han convertido en amigos.

He ganado mucha experiencia laboral y mucha personal. He aprendido que no me dan miedo los cambios, ni los retos. Que se me dan genial los 'más difícil todavía', que me defiendo en cualquier situación.

He aprendido también a luchar por lo que quiero. A decir 'basta' cuando hace falta y a no dejar que se me quede nada dentro.

Y me queda mucho por aprender, muchos palos que recibir, muchos golpes que encajar, muchos buenos momentos que disfrutar, muchas sonrisas, muchas lágrimas, muchos viajes, muchas nuevas experiencias, muchas personas nuevas y muchos momentos para recordar.

El 2010 traerá todo eso y mucho más, estoy segura. Así que espero con impaciencia todo lo que pueda venir.

viernes, 4 de diciembre de 2009

Lo que queda de mi

Hoy ha venido a Bilbao GI Joe. Nos hemos visto por primera vez en dos años. Hemos estado genial. Hasta que ha empezado a meterme mano y a decirme que me tiene mucho cariño, que piensa mucho en mí y que lo que más echa de menos de mí son las risas y el sexo.

Estoy HARTA de que lo que echen de menos, siempre sea el sexo. Estoy hasta los putos cojones. Y estoy enfadada. Y lo peor, es que supongo que es culpa mía.

martes, 1 de diciembre de 2009

Siempre el mismo tema

Las cosas siguen siendo difíciles y hay días que se llevan bien y otros que se llevan muy mal. El viernes fue un mal día. Quedamos VanHallen y yo y nos fuimos de cañas, pero a mí me dió por hablar. Acabé dando por zanjada la conversación sin que estuviera de verdad terminada, porque no me parecía el mejor momento para hablarlo, así que el domingo, volví a sacar el tema, pero esta vez para hablarlo bien.

Él no me habla de estas cosas a no ser que yo insista. Después de hablar me dice que se siente muchísimo mejor. Lo que no sé si sabe es que yo me siento mucho peor.

Sigue sintiendose mal cada vez que a SuEx le da el bajón. El sábado, por ejemplo, yo sabía que estaba con ella, pero le tuve que llamar para preguntarle una cosa. Y ella se puso a llorar y estuvo fatal el resto del tiempo que estuvo con VanHallen. Me jode que le haga eso. Entiendo que sea duro, pero son ellos los que han pactado el seguir siendo amigos, y, si tu amigo tiene novia, lo tienes que aceptar. Si no puedes aceptarlo, tal vez no puedas ser su amiga, o por lo menos, no todavía. De hecho esa es la razón por la que yo no soy amiga de mis ex.

Ha pasado un año desde que la cosa empezó. Un año es bastante tiempo, no lo suficiente como para que lo cure todo, pero sí como para que vayas superando ciertas cosas y, en mi opinión, SuEx no quiere superarlas, no es que no pueda. No lo intenta. Por lo menos, no ciertas cosas.

También me dijo que él seguía convencido de que él se había cargado esta relación desde el principio. Después habló del hecho de que yo creo que nada es para siempre, y que no entiende cómo puedo vivir así una relación. Pero luego dijo que él también estaba convencido de que esta relación no era para siempre. Yo le dije que es diferente creer que nada es para siempre, que creer que sí que hay relaciones que son para siempre, pero creer que esta no lo es.

Y me dijo que lo peor era saber que, si se acaba, el que ponedrá fin a la relación será él, porque no se acabará por nada entre nosotros, porque nosotros funcionamos, se acabará por algo externo, porque él no pueda soportar más esta situación. Porque sigue sintiendo que lleva una doble vida, porque no puede hablar de mí si está SuEx, porque no puedo quedar con sus amigos si está ella y porque no me puede llamar si está ella. Que ella es muy importante y que le jode muchísimo verla sufrir. Que se siente culpable.

Que lleva un año horrible, que todos los días son una mierda y que se siente mal, pero que lo soporta porque quiere estar conmigo, que no quiere estar sin mí. Pero que qué pasa si esto no se soluciona nunca.

Es difícil. Y duele. Y un año es demasiado tiempo para seguir así. Y lo mejor de llevar mucho tiempo con una persona es sentirte segura. Y yo no me siento segura. Y por inseguridad, por miedo, por estar harta o por no sé por qué, hago cosas que no debería.

Creo que necesito más. Pero él no me puede dar más, así que no puedo pedirselo.