jueves, 23 de abril de 2009

Kale gorrian

Desde ayer vuelvo a estar en paro. Yuju.

Cerramos en albergue invernal. Las cien camas donde duermen cien personas cada invierno se han vuelto a quedar vacías. Con suerte, el invierno que viene las volverán a abrir, pero últimamente discuten que es mucho dinero, así que es posible que algún año dejen de abrirlas.

Despedí a todos mis chicos con una pena tremenda... sabiendo que literalmente se quedaban en la 'puta calle'. Veinticuatro horas al día en la calle. Sin ningún sitio caliente donde estar tranquilos unas horas, sin sentirse seguros en ningún sitio, sin poder dormir sin dejar un ojo abierto, con hambre, con frío, con miedo, con sueño, con cansancio y sin esperanza.

Y lo peor fueron mis niños... Chavalitos que yo juraría que no han cumplido 18 años, aunque un juez así lo hubiera determinado, que se quedan solos tirados por las calles.

Hoy estoy muy triste. Nunca me afecta mi trabajo, soy capaz de separarlo perfectamente y cuando llego a casa siempre tengo una sonrisa, pero hoy... no sé. Será porque andando hoy por Bilbao me he encontrado con uno de ellos y me ha dicho: No sé por qué esta vida es tan dura, pero bueno, tenemos que aguantar.

Esto es una mierda.

3 comentarios:

Mary Lovecraft dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Mary Lovecraft dijo...

el sistema de bienestar social de nuestro país es una mierda, un engañabobos, una máscara más con que cubre su rostro éste y otros gobiernos que vinieran

así de claro, triste y real

ojalá esos chicos y muchachos encontraran el camino de su vida y fuesen felices de una vez por todas.

un beso preciosa

Panpoxi dijo...

Amen a lo que has dicho, Mary.