domingo, 13 de julio de 2008

Ez da egixe... ez dot sinisten

GI Joe me debe dinero. Bastante dinero. Desde hace mucho tiempo. Y yo lo quiero. Porque es mío. Y odio tener que pedirlo. Desde que lo dejamos se lo he pedido un par de veces y ayer se lo pedí por tercera vez. Por mail. (Es que no quería hablar con él… lo siento.)
El caso es que ayer me llamó… ugh. Menos mal que en ese momento estaba con NúmeroUno, mi mejor amiga, porque si no, no sé qué habría pasado.
Conversación maravillosa y estupenda, contándome cosas de su vida, tal y como me suele hacer siempre. Y bueno, luego me dice que si ahora tiene muchos gastos porque su compañero de piso se ha ido y le ha avisado con muy poco tiempo, que si está pintando la casa, que si la abuela fuma, que si el niño mea… Total: “cuando me recupere un poco, después de verano, te pago”.
Después de verano.
Te lo dejé en enero, cabrón.
Eso ha sonado en mi mente, pero de mi boca ha salido: “vale, cuando puedas, pero de todas formas me corre un poco de prisa, así que cuanto antes, por favor.”
Eso fue la primera parte, la segunda llegó cuando colgué y me puse a llorar como una madalena por la calle. Menudo espectáculo lamentable. Y la pobre NúmeroUno diciéndome: “si bailo aquí delante de todo el mundo, dejas de llorar?”.
Así que dejé de llorar y pasé a pseudopsicoanalizarme, que me pareció bastante más útil.
No lloraba por GI Joe, la verdad es que él no me afecta demasiado. El disgusto fue acordarme de lo que molaba mi vida junto a él. Y es que llevo unas semanas totalmente perdida, como si me faltara algo en mi vida de ahora. No hay nada que me ate, nada que me haga quedarme aquí, nada que me haga irme a otro sitio, nada que me haga levantarme por la mañana... Es una tontería, se me pasará en un par de días, supongo.
Después de vivir en Capital City, esto es muy pequeño. Después de vivir sola, la casa de mis padres no ha vuelto a ser mi casa, sigue siendo ‘la casa de mis padres’. Después de hacer planes a diario con alguien antes incluso de levantarnos de la cama, los planes que sólo me incluyen a mí me parece que están medio vacíos.
Y además, luego está todo ese rollo de que yo ya no creo en ‘para toda la vida’. Y me jode, porque entonces no sé qué coño quiero hacer con mi vida, porque mis planes necesitan una persona a mi lado. Hay gente que sueña con un trabajo estupendo, otros con un nivel de vida alto, otros con fama… Yo lo que quiero es una familia, niños que me vuelvan loca y una persona con quien tenerlos. No me vale hacerlo yo sola, ni hacerlo con alguien que en un par de años desaparecerá de ese lugar. Y entonces creo que eso es imposible, que realmente ya no existe nada de eso. No lo quiero ahora mismo, ni estoy desesperada por encontrar un novio, ni nada por el estilo, de hecho estoy muy bien de soltera, es muy divertido, pero pienso en el futuro y me doy cuenta de que no va a existir. Ni a los veintipocos, ni a los veintimuchos, ni a los treintaitantos. Habrá más tíos con los que tener una relación más o menos duradera y estable y luego, agur. Y el siguiente y el siguiente y el siguiente. Y yo no quiero eso.
Yo me voy a hacer asexual y me voy a reproducir por esporas.

5 comentarios:

Blackberry dijo...

Halaaaaa... que no digas eso, mujer. Nunca se sabe lo que va a pasar.
Hay gente que se empareja y tiene niños y se quiere muchos años (a mí también me cuesta creerme lo de "para toda la vida", pero es que me pilla un poco mayor que tu y me sale la vena "resabiada" :))
Ah, te acabo de conocer a través del blog de Autoestima de Cucaracha!
Besitos

Ángel Caído dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Ángel Caído dijo...

Bueno, si no hubiese borrado mis dos blogs anteriores hubieses podido leer casi la misma historia y casi los mismos deseos de futuro. La diferencia fundamental es que a mí me dejaron. No es ni mejor ni peor, simplemente distinto (me encanta esta frase). Animo, que sí que hay alguien especial, en algún sitio, para toda la vida.

Anónimo dijo...

El mio es también un mensaje esperanzador, en la línea de los ya formulados. Todos tenemos momentos en que estamos perdidos y no encontramos sentido a nada. Pero luego todo recupera su lugar y las ganas de vivir vuelven como las de comer. Si es lo que de verdad quieres estoy seguro de que lo tendrás. Un beso y fuerza.

Pimkie dijo...

Si te sirve de algo, mi ex me debía 17.000 leuros. Me devolvió 6.000 después de más de un año persiguiéndole, amenazándole con ir a jucio, oyendo sus quejas de que no tiene ni nevera ni lavadora (un Opel Astra nuevecito sí tiene). Los otros 11mil no espero verlos ya, y eso que va a hacer 3 años que lo dejamos. Y me jode, me jode que no veas. Así que suerte y ánimo!