Pasó marzo. Y pasó mi cumpleaños. Y dejé de tener veintipocos.
Y llegó la primavera. Y, con ella, un contrato en el que, por primera vez, no soy sustituta.
Y a ratos tengo ganas de tener mi casa lo suficientemente acondicionada como para irme a vivir allí. Pero otros ratos no quiero tenerla todavía, porque no sé si quiero vivir sola. Porque me gusta llegar a casa y tener alguien con quien hablar y con quien cenar. Y despertarme y desayunar con alguien. Pero otros ratos, me doy cuenta de que, desde que volví de Capital City, no me he terminado de adaptar del todo a volver a vivir con mis padres y estar tan controlada.
Y con VanHallen todo va genial. Y nunca he estado mejor. Y no hay ni un sólo problema y todo lo que hay es bueno.
Y es la séptima vez que voy a París. Y tengo una foto con Buzz Lightyear.
Playa
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Parece a simple vista la tipica foto que todo el mundo tiene en el
escritorio del ordenador, una playa paradisiaca, que ni conoces ni
conocerás, un cielo a...
Hace 4 años